Tuesday, October 10, 2006

Conclusiones Foro: Enseñanza Flexible – Aprendizaje Abierto

Conclusiones del Foro: Enseñanza Flexible – Aprendizaje Abierto dentro del Curso Tutoría en Ambientes Virtuales de Aprendizaje.

El foro se inició con el debate de la pregunta:

¿Qué aspectos de nuestra práctica docente deben ser revaluados y qué otros debemos poner en escena, para lograr una enseñanza flexible que propicie el aprendizaje abierto?

Nuestras respuestas nos hicieron converger en el punto de vista siguiente:

Hasta hace 10 años era imposible pensar que se pudiera eximir de una presencia diaria a los alumnos y a los profesores. El esquema que hemos manejado ha sido siempre el contar con la presencia física del alumno y del profesor, aunque los aprendizajes no sean significativos, sino que permiten solamente contar físicamente con el alumno, así su mente no esté allí.

En las nuevas tendencias de didácticas virtuales ya no es necesario que alumnos y profesores estén en el mismo lugar al mismo tiempo, sino que podemos pensar en una educación asincrónica y sincrónica, mediada por las herramientas de Internet.

Ahora, debemos permitir que el alumno sea verdaderamente responsable de su aprendizaje. En ocasiones cercenamos su capacidad de investigar por cuenta propia, de indagar y comprender los contenidos de manera mas abierta. Nuestro papel como docentes debe ser el de facilitador o tutor, aclarar dudas e inquietudes cuando se requiera. Esto ha estado en el aire desde hace mucho tiempo, pero las nuevas tecnologías permitirán hacerlo realidad.

Profesores y estudiantes debemos reflexionar en nuestra disposición al cambio: entender que existen otros métodos de aprendizaje deferentes al tradicional con el cual nosotros aprendimos y que existen nuevas herramientas que pueden ser utilizadas para acompañar a los estudiantes en su proceso de aprendizaje.

Esta 'revolución' nos corresponde hacerla a nosotros, que fuimos formados con la metodología anterior, por lo tanto, lo que se nos exige consiste en un doble reto: asimilar dichos cambios y luego diseminarlos.

Asumir el aprendizaje abierto implica redimensionar nuestras estrategias didácticas, generar nuevas procesos de comunicación e interacción con nuestros estudiantes y diseñar, desarrollar y distribuir materiales activos y diversos. Y, además, el que el estudiante asuma el control de lo que quiere aprender y cómo, nos obliga a revisar qué enseñamos, cómo, a quiénes y para qué. Porque así el aprendizaje se centre en el estudiante, la enseñanza sigue y seguirá siendo la responsabilidad del docente, o mejor, de un equipo docente.

La flexibilidad radica básicamente en que el usuario tiene libertad de maniobra, tiene control sobre la forma en que aprende. Es por esto que el quehacer docente requiere cambios en:

1. Estrategias didácticas

2. Proceso de comunicación

3. Manejo y distribución de los materiales

Para de esta forma se de paso al protagonismo del estudiante quien requiere del tutor guía que facilite el uso de recursos y herramientas para explorar y elaborar nuevo conocimiento para que con su práctica desarrolle habilidades y destrezas que al final le permitirá ser competitivo en el mundo globalizado.

Entonces, según Salinas (1), los docentes deben ser capaces de:

- Guiar a los alumnos en el uso de las bases de información y conocimiento así como proporcionar acceso a los alumnos para usar sus propios recursos.

- Potenciar las habilidades y destrezas de los alumnos para que sean activos en el proceso de aprendizaje autodirigido, en el marco de acciones de aprendizaje abierto.

- Asesorar y gestionar el ambiente de aprendizaje en el que los alumnos están utilizando los recursos. Tienen que ser capaces de guiar a los alumnos en el desarrollo de experiencias colaborativas, monitorear su progreso; proporcionar feedback de apoyo a su trabajo; y ofrecer oportunidades reales para la difusión del mismo.

- Acceso fluido al trabajo del estudiante en consistencia con la filosofía de las estrategias de aprendizaje empleadas y con el nuevo alumno-usuario de la formación descrito.

Todo esto nos llevó a recordar que la flexibilización y el aprendizaje abierto es un asunto de curriculum y no de tecnología.

Según el profesor José Ramiro Galeano Londoño (2), el diseño curricular es un modelo o esquema de explicación de algo que previamente ha sido concebido. De nada sirve el esquema de diseño, si no se tiene qué expresar a través de él. Ese modelo de diseño surge es en un contexto evaluativo (diagnóstico), histórico, cultural, político, ético e institucional dando origen a la contextualización curricular.

Pero a la par del diseño curricular, se hace necesario también reflexionar sobre las didácticas de la educación virtual, que brindan al alumno una serie de posibilidades que -normalmente- en el esquema presencial regular no lo encuentra. Para ello podemos analizar varios aspectos desde el maestro, su preparación, su actualización, su enfoque, sus recursos, didácticas, seminarios, talleres, trabajo colaborativo, que -en este momento- se están quedando retrasados con relación a lo que la nueva era de la información y la comunicación le brinda al maestro y al alumno.

De ahí que el entorno que cobija a estos actores debe ser también parte del cambio pero, ¿qué tipo de acciones en nuestras clases, programas académicos e IES son necesarias para que el estudiante, en últimas, logre la autonomía en su aprendizaje?

En nuestras IES ya existe -en mayor o menor medida- un grado de flexibilización. Flexibilización que se observa en la opción que tienen nuestros estudiantes de acceder a la educación sin que "la distancia" sea un impedimento, en la organización de un plan de estudios que facilita una ruta de aprendizaje organizada - dentro de un marco de opciones- por el estudiante.

El P.E.I, y a partir de este, el curriculum y el microcurrilum son los ámbitos desde los cuales se va orientando y operativizando el aprendizaje abierto y la flexibilidad.
¿En dónde estamos ubicados? ¿Qué caracteriza a nuestro curriculum? ¿Cómo en mi clase lo evidencio y lo enriquezco?

Es el P.E.I. el que da la forma característica en que cada IES dará solución a estas inquietudes, el que le dará su ‘sabor’ propio, el que distinga una Universidad de otra, y el que finalmente hará que un estudiante se decida por determinada institución, ahora que las barreras físicas han desaparecido.

Por último, dos aspectos que no pueden dejarse de lado son:

Respecto a la implementación, esta debe atender a situaciones particulares de cada disciplina. En diversos casos, donde es fundamental la existencia de un contacto del estudiante con su instructor y con el ambiente de trabajo (Medicina, y Física son sólo dos ejemplos), se instauraría un blended e-learning, con la convivencia de tecnologías de educación virtual de 2ª y 3ª generación, para favorecer el que la clases presenciales se dediquen a un modelo tutorizado ploblematizador o investigativo, favoreciendo así la innovación, la independencia en el estudio y la motivación para crear.

Y una pregunta de fondo: ¿cómo puede una institución universitaria ofrecer un proceso formativo integral en un entorno virtual?

Alexander Osorio Caicedo, Moderador

Referencias

(1) Jesús Salinas Ibáñez. Enseñanza flexible, aprendizaje abierto. Las redes como herramientas para la formación. Universitat de les Illes Balears.

(2) José Ramiro Galeano Londoño. El diseño de guiones curriculares para la educación virtual.
VIII Congreso de Educación a Distancia CREAD MERCOSUR/SUL 2004. 7 al 10 de septiembre 2004 - Córdoba - Argentina. Págs. 57-64.
http://fgsnet.nova.edu/cread2/pdf/Galeano.pdf


 

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